LOS GENIOS NO PEDIMOS LIMOSNAS


.... La genialidad es una imparable inhalación de singularidades, originalidades y torpezas que procrean los adónicos duendes y las tinieblas. Son despiadados con sus vástagos porque les entregan a influencias satánicas o angélicas o los abandonan sin remordimiento en intempestivas rarezas y en extañamentos en donde les es imposible habitar porque no encuentran, pan agua y sal que les satisfaga..... Mi desconocimiento total de la genialidad no resta méritos a mis desgarros y reflexiones vitales. No se opone a mi libertad de convertir mi sustancia cerebral en torrentes de fluencias irreverentes o destempladas, o blasfemas frente a las languideces, levedades, extravagancias pictóricas o metafísicas de las élites que comparten criterios ajustados al poder burgues o colonial, la economía, la religión y los gustos de las modas que se repiten con signos iguales y vestimentos que el correr del tiempo social varía o altera.... La genialidad, es al fin y al cabo sombra dudosa y ambigua que propagan en ciertos periodos de confusión creativa y política la estupidez de los papanatas y la imbecilidad elitista-crematística de los comerciantes.... La genialidad no me prohibe propagar a los cuatro vientos que se siente lo infinito sin que pueda medirse la infinidad., ni pone obstáculos a mi subjetividad para sostener que la apariencia es una realidad dentro de la estricta realidad que el pensante usa como conviene a sus instintos, impulsos, deseos y emociones. (He aquí porqué se aplaza la ley universal de la Utopía o se la asesina diariamente como pretexto para perpetuar la sumisión absoluta de un hombre a otro hombre, la explotación del subalterno o el esclavo y la imposición metodológica y cruenta de sofismas o teoremas que se nos presentan como axiomas). Sé sin embargo que la genialidad es. ¿Pero qué es? ¿Es concreta, abstracta, heterosexual, homosexual, bisexual, antropormofa o materia de estudio exclusivo de la angeología o el demonismo? ¿Por qué enloquece, crucifica, asesina y entierra en fosas comunes a unos y a otros los sitúa en las cúspides mas altas de la apreciación; los agasaja y enriquece, los endiosa y halaga hasta el empalago y los convierte en paradigma de perfección ética o creativa? Interrogantes pueriles a los que nunca encontraré respuesta. Unicamente sé que genio aceptado en vida es una construcción atrabiliaria y caprichosa de la sociedad pudiente que bajo el hábito de la innovación, vanguardia o ruptura con lo viejo, practica en privado la suma acaparación de bienes materiales o "la santa tradición" . Únicamente me atrevo a ratificarme en mis postulados de independencia, austeridad, rebeldía creadora, y decir con cierto temor a confundirme, que los supuestos creadores de las contracorrientes están obligados a domeñar su coraje y bravura y servirse de una modestia interior que ate o suavice la excesiva alteración de pensamiento conducente a enfermedad cerebral, desvaríos anárquicos-patológicos, delirios de grandeza y monomanías persecutorias..... extraño incidente me sucede en esta deliciosa mañana palentina, mientras paseando por su adecentada Calle Mayor con docenas de mis libros en una bolsa de viaje, un duende se agarra férreamente a realidad y perspectiva, me impulsa a gritar ante el asombro de una centena de transeúntes: "LOS GENIOS NO PEDIMOS LIMOSNA".. Una frase, solamente una frase que me liberó de agresividad e incontinencia verbal frente a un ambiente hostil de caciques, bellacos refinados y envidiosos adheridos a una patología dificil de diagnosticar por psicólogo o psiquiatra. La palabra me llegó a tiempo para contrarrestar la furia o innobleza de mis desvaríos. Ascendiendo humildemente hacia lo elemental recobré la serenidad y proyección de longitud de firmamento, aun anexionado como un elemento más de decoración o desafío a un localismo adverso a mi condición de mochuelo que siempre admiró y amó las ramas de encinas y olivos. Vapuleé y atenacé mis desvaríos, liberé a mis libros de su encarcelamiento, y me alié con el sarcasmo y la ironía para burlarme y reirme de todos los "provincialismos" y hasta de mi propia sombra que en aquel momento se alargaba en demasía.




     Contra esa reala, caterva, recua, ralea, manojo, racimo, avispero-hormiguero, soldadesca incluso de escritores, columnistas, filosofillos vacuos, tragaldabas, pragmáticos y poetastros laureados que solamente entienden forma, belleza y canto desde los gustos y apoyos recibidos de unos reyes magos actuales, crueles con los niños rebeldes o traviesos y espléndidos con los sumisos y "devotos". Situados en una nebulosa irisada de palabras amalgamadas, mal soldadas y concatenadas danzan en derredor de levedad, ditirambo, dulcería y conceptos arcaicos de vividor escepticismo, sexo y muerte, envejecidos por la tediosa costumbre muerte. Olvidan la universalidad del universo que irradia en nuestro propio espacio terrenal, depositan taraceas y filigranas de agua mansa iluminada por estrella solar sus magníficos versos elaborados y reelaborados en cuidadísimos talleres, más propios de juguete, pastel o golosina que de verso con vocación de cuaternario acantilado, catedral, viento, lluvia y semilla. Este su hacer y obrar, no sería condenable, si no ignoraran, odiaran, envidiaran y obstaculizaran a quienes viven en continuo desequilibrio asidos a escolleras cercanas a faro, o a utopías que penden constantemente en ese azul de firmamento fácilmente aprehensible. Se enfangan en pordioserías de pedigüeños trajeados perfectamente, y envarados en subjetividad de merengue y mermelada trivializan o mercantilizan su creatividad corriendo en pos de laureles dádivas y sinecuras. Y sin embargo, pobres ratones en jaula, tan castradores como las nuestras, como las mías, domesticados, reverenciados y también apostados de rodillas en escaleras de salones institucionales y puertas de mecenas excluyentes, esperan el veredicto consagrante de la posteridad. ¡Cuánta memez cultivada! ¡Qué desvergüenza, qué atropello descarnado a la creatividad!.




     (Consultar mi texto teatral titulado "HISTORIA DE UNA DEGRADACIÓN IMPUESTA". El resto de mis doce comedias editadas y distribuídas aclaran oscuridades, describen y denuncian artimañas y triquiñuelas de los amos de la cultura en poder de empresarios y cultivadores de la mediocridad).


     ¿Qué mueve a esos y estos marranos del ayer a tratarme como un apestado contagioso que les limita o hace sombra?. Vosotros, los andantes en lo superior de la materia, los que vivis de forma honrada y placenteramente con el sudor de vuestro trabajo, talento e imparcialidad ¿no veis en ellos algo de ese hedor actual que se produce política y estéticamente en los albañales más recónditos de la hijoputez o de la hijaputez (1), cuando ya no encuentran argumentos para justificar su envidia deyecta ni delito punible contra la libertad y la belleza? ...He de hablar. No pretendo herir más de lo que me hieren. Nunca suelo tirar la primera piedra. Si callara ante la artificiosidad y los intereses mezquinos de filosofillos, articulistas, poetastros de academia o aula provinciana, críticos sin talla ni conocimientos arraigados y miles de gacetilleros de revista, suplemento literario o página cultural del periódico que ni extender su mano saben para recibir el óbolo, yo sería un falaz detestable individuo digno de ser desterrado a eremitorios olvidados por el erudito y los últimos descendientes que ayudaron a construirlos..De muy pocas cosas graves me podreis acusar. En mi almaceno defectos y deficiencias normales que como cualquiera otro pillastre o truhán pretendo justificar en un afán de restar importancia a mis desproporciones y excesos de pensamiento y juicio. Pero ¿cómo no combatir los fines y los medios de los otros que castigan los homicidios y vilezas multiplicando las matanzas, las desolaciones, las hambrunas, las deyecciones y una larga lista de crueldades socioeconómicas que horripílan incluso a quienes viven exclusivamente para sí mismos..?

   (1) Neologismo: nada que se relacione con la mujer-mujer y la mujer madre)

     A favor de la desconocida y maltratada minoría de intelectuales-creadores, que enclaustrados en baluartes éticos y estéticos sufren los embites y derrotes de la mediocridad porque no ceden a las ambiciones desmesuradas ni a las imposiciones verbeneras y consumistas de las chusmas oligárquicas, patricias, mesocráticas y plebeyas.

(Dedicatoria de mi texto teatral: "Historia de una degradación impuesta")