MIS HIJOS |
MIS HIJOS |
Mis hijos con sus hallazgos alrededor de sus papeles mojados, convertidos en castillos con soldados, me sumergen en una lluvia liviana de fácil captación para el sosiego y la ternura. Mis tres hijos parece que al unísono Musitan sonrientes verdades esenciales. No escribas, papá. ¿Qué siembras y recoges? ¿A quién mueves y glorificas? Intentas liberarte y a nadie liberas. ¿Qué brechas abres o qué camino suavizas? ¿A quién mueves y liberas de sus lacras? Hombre de ilusión y cóleras, ¿a quién ayudas y transformas? Mis tres hijos con sus ojos brillantes de alegría reveladora, dan sentido a esta cantar mío vociferante. Son órgano y torrente de efluvios, colores, perfumes, armonías y sutilezas. ¡Qué nadie, hijos, os manche con asfalto y almizcle vuestro futuro de honestidad y esperanza¡ ¡Qué nadie os mate vuestro goce placentero con sus crueldades o capullos de seda! Y yo que soy un hombre colérico y triste, bajo el influjo de una infancia sometida a la lapidaciones de criminales comportamientos victoriosos, me petrifico en mi respiración, cuando les veo silenciosos o melancólicos. La tristeza en mis hijos me envenena y crucifica. |
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